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Aventura en la ciudad inca de Choquequirao
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La aventura a la antigua ciudad inca de Choquequirao

Es posible que cuando se encuentre a más de medio camino con rumbo a la ciudad inca de Choquequirao, se le deslicen pensamientos de una playa, sus pies en la arena, palmeras y un jugo helado, y se pregunte ¿qué hace ahí, rumbo a una ciudad de piedra, haciendo todo lo contrario a unas vacaciones, que equivale a reposo físico? Luego vendrán mosquitos que lo sacaran de sus pensamientos. Verá personas vestidas con trajes típicos, trabajando sembríos de todos los colores, burros y otros animales de granja, incluidas llamas, pastando. Un arriero a caballo que avanza a la velocidad de Neymar, es posible que esto le provoque algo de envidia. También es posible que por momentos se sienta sin aire, pero no es solo la altura. Las cornisas, la selva, la luz que se desliza entre los árboles, los arcoíris y los ruidos entre la maleza, como si alguien lo acompañara, pero sin querer ser visto. Cuando escuche esto, tenga la certeza que esta de excursión a un lugar remoto entre la cordillera y la selva, la antigua ciudad de Choquequirao.

Turista con el fondo de Choquequirao
Turista con el fondo de Choquequirao

Choquequirao, una gran aventura

Cuando empiece el viaje a Choquequirao desde el filo de una loma, tendrá que atravesar tres montañas, cruzar el rio Apurímac y luego subir y bajar por un sendero que serpentea entre nubes que a menudo se tocan para llover; cuando tenga tierra en su cara, sentirá que la naturaleza es dueña de usted. Algo que debe saber, es que no para cualquiera, no es Machu Picchu y sus posibilidades para llegar, en tren, a pie o en bus, y que no es algo cuya planificación deba tomar a la ligera. Se trata de una experiencia inca de profundo sentido, capaz de expandir la conciencia, relacionado directamente con el deseo de llegar, la incertidumbre por lo que falta y el convencimiento, al parecer innato en las personas que deciden tomar la caminata para llegar a Choquequirao, aunque tenga que sudar por cada dedo del pie o pedirle perdón a la Pachamama.

Todo esfuerzo tiene premio y en este caso: es una antigua ciudad con estructuras de piedra de cinco siglos de antigüedad, a 3.100 metros sobre el nivel del mar; terrazas que en el pasado fueron las principales tierras de cultivo para mantener la ciudad, desperdigadas por las empinadas laderas de montañas custodiadas por cóndores, templos, paredes decoradas con figuras de llamas y alpacas, viviendas comunitarias; todo un museo de esculturas del pasado, conservado al ras del cielo.

Ventajas de ir a las ruinas Choquequirao en este momento

  • Muy apartado de todo: ese es otro valor fundamental, otra razón por las que tiene sentido caminar 53 kilómetros, durante 5 días, hasta aquellas construcciones en medio de la selva. La ciudad inca de Choquequirao aún es un lugar por descubrir.
  • No hay nadie en el camino: o a la sumo, algunos otros amantes del trekking – mayormente europeos jóvenes– las personas que se encontrará a lo largo de la travesía, en pequeñas estaciones de descanso y campamentos intermedios.
  • Puede recorrer la ciudad a solas: no es por restarle belleza a la maravilla, pero sí, a Machu Picchu ingresan miles de personas cada día. En Choquequirao no verá a más de 30 personas aventureras.
Caminando por las construcciones de la Choquequirao
Caminando por las construcciones de Choquequirao

En un presente de destinos increíbles promocionados hasta en cajitas de fosforo, es difícil que pueda ingresar y recorrer prácticamente a solas un monumento histórico de la magnitud de Choquequirao. Ese es otro de los aspectos que justifica con creses el sacrificio de caminar hasta esta ciudad. Además que, por ahora, no tiene que reservar los ingresos con tanta anticipación, como en el caso de los boletos Machu Picchu para ingresar a la montaña Huayna Picchu, o los ingresos para recorrer el camino inca hasta la puerta del sol. Además, en Choquequirao y otros lugares históricos en medio de montañas, la travesía termina cuando se regresa al punto de inicio. Así que no le queda más que desandar cada paso que dio.

La historia de Choquequirao

Si cree que Choquequirao fue descubierta por un foráneo norteamericano con sombrero de color caqui, que pregunto a algunos de los descendientes de familias cercanas si habían oído hablar de una antigua ciudad inca en medio de la selva, al igual que Machu Picchu; pues está en lo correcto, es más, es el mismo norteamericano con sombrero de caqui. Este extranjero, contrato un pastor de la zona como guía, le pago también por algunos burros y se pusieron a caminar. Choquequirao significa “cuna de oro” y fue descubierta por Hiram Bingham en 1909. Sin embargo, mientras Machu Picchu alcanzo la gloria entera. La que es considerada su hermana sagrada (Choquequirao) fue cubierta por la densa espesura de la selva por mucho más tiempo. Y no fue sino a hasta 1986, que el gobierno peruano comenzó el trabajo de restauración que hizo posible, recién hace algún tiempo, que las personas puedan llegar hasta la ciudad inca de Choquequirao, siguiendo los pasos de Bingham.

Vista de la plaza central de la ciudad inca de Choquequirao
Vista de la plaza central de la ciudad inca de Choquequirao

De camino a Choquequirao

La travesía comienza en el aeropuerto del Cusco, previa escala en Lima. Es el punto de partida y el lugar donde comenzará a sentir los efectos fisiológicos de la exposición a la altura, los 3,400 metros de la ciudad del Cusco, pueden hacer que personas de cualquier ciudad costera, sientan malestar, tómelo como un precio simbólico, que paga por ingresar a la atmosfera de sincretismo religioso y cultural de la antigua capital del imperio de los incas. Hay varias formas de evitar los síntomas del mal de altura, puede comenzar por resistirse a la tentación de ese dios pagano llamado pisco sour.

Abordará una camioneta por tortuosas carreteras y dejará atrás todo rastro de conexión con la vida cotidiana, este vehículo le dejará en el pueblo Cachora, a partir de ese momento deberá caminar, no puede detenerse o corre el riesgo de quedarse en medio de la nada. Y comenzarán las clásicas situaciones de trekking; justo donde acaba el camino de autos, dentro del puesto que funciona como refugio y donde podrá aprovisionarse y tomar algo caliente antes de partir. El lugar se llama Abra Capuliyoc (a 2.850 msnm). Hay una pequeña mesa de madera (algo enclenque), un mapa, mosquitos, mochilas. Estará rodeado por la inmensidad de las montañas, parajes blancos cubiertos de nieve, y una quebrada que provoca vértigo. Perú con las venas abiertas.

  • Su equipo

    Tendrá un equipo de porteadores, cocinero un guía y bestias de carga con el campamento a cuestas, el equipo llega con anticipación a los lugares de acampada, para esperarlo con el campamento armado y la comida lista. Un lujo si tiene en cuenta que caminara entre 8 y 10 horas por día. Lo agradecerá.

  • Primer día de caminata a Choquequirao

    El primer día tendrá el desafío de una bajada de 1,600 metros a lo largo de 15 km hasta las riberas de rio Apurímac, es clave usar bastones para no sobrecargar sus piernas; camine a su ritmo y no se apresure. Una máxima del montañismo sostiene que “los que van lento, llegan bien”. Economizar su energía equivale a que tendrá alguna para disfrutar de la cena y de la charla durante ella. Luego de 8 horas corridas de descanso hasta eso de las 4 de la mañana, tendrá un desayuno rápido, por lo general, a base de cereales andinos.

    Camino rumbo a Choquequirao
    Camino hacia Choquequirao
  • Segundo día de caminata a Choquequirao

    El segundo día viene un reto para el cuerpo y la mente, subir 1,500 metros hasta alcanzar los 3,100 m.s.n.m. siguiendo un zigzag por la ladera vertical de la montaña. No se trata de escalar, sino de seguir un camino con mucho cuidado, requiere de pulmones, esfuerzo y concentración. Solo hay algo que puede mejorar los paisajes y eso es una pequeña lluvia los bañe bajo la intensidad del sol y claro de uno o dos arcoíris. También podrá imaginar a las personas que recorrían esa misma senda, llevando alimento, metales y otros objetos de valor entre las principales ciudades del imperio.

  • Llegada a las ruinas

    Desde Marampata a 2.910 m.s.n.m. es casi nada lo que le queda antes de llegar a las ruinas. Aquí tendrá dos opciones: dormir en el campamento y llegar a las ruinas muy temprano, o avanzar esa misma tarde y regresar por la noche a la carpa. Es una hora de caminata por un sendero de selva, entre helechos y orquídeas. En las cercanías hay tranqueras, baldosas y un corredor directo a un acueducto; escalinatas de hace siglos, señales de la proximidad de la ciudad. Finalmente ingresara a la ciudad por una antigua casa sacerdotal y estará pisando la plataforma central de Choquequirao. Objetivo cumplido.

    Podrá deambular, desde una enorme sala de alrededor de 150 metros de diámetro, por escaleras y pasadizos que conducen hacia otras salas, templos, residencias, lugares sagrados y otros. Este lugar pudo ser un altar religioso. También podrá percibir el eco de su voz, y descender a las terrazas de cultivo, donde aparecen 22 figuras de llamas talladas como pinturas rupestres. Podrá notar, a simple vista, la lógica matemática que rigen las construcciones y la pretensión inca de dominar todo desde lo alto. Es posible que al igual que la ciudad inca de Machu Picchu, esta haya servido como nexo para unir los Andes de Cusco con la selva amazónica.

    Ingreso a la plaza central de Choquequirao
    Ingreso a la plaza central de Choquequirao

De regreso a casa

Dos días después, en el camino de regreso amanecerá con la vista del valle del Apurímac, en un lugar conocido como Cocamasana. Iniciará su último día de caminata a las 4 am y estará en el refugio de Capuliyoc a las 8 am. La idea, reencontrarse uno mismo y sentirse vivo (orgánico y funcional). Luego de terminar esta caminata, sentirá algo de felicidad por estar de regreso a la civilización, despedirse de los porteadores, encontrarse con el conductor, que días atrás, lo dejo al inicio del senderó. Le aseguramos que cuando llegue a la ciudad del Cusco, querrá celebrar con vino la travesía cumplida.

Ya sea que quiera visitar Choquequirao, Machu Picchu o alguna otra ciudad en el Valle Sagrado de los incas, comuníquese con nosotros a través de info@boletomachupicchu.com, le ayudaremos a planear su viaje.

 

Consejos de gente que ha estado allí

Choquequirao

Jean Franco SPor: Jean Franco S

“Prefiero Choquequirao a Machu Picchu“

“Prefiero decir que “soy uno de los cientos que han visitado Choquequirao” a decir que soy uno de los millones que han visitado Machu Picchu. Tuve la oportunidad de visitar ambas ciudades incas en un mismo viaje y solo hay algo que les puedo decir. Machu Picchu es una de las mejores visitas turísticas que puede tener (tal vez en el mundo entero), pero Choquequirao es una de las mejores excursiones que puede tener (tal vez en el mundo entero).“


 

Por Boleto Machu Picchu – Ultima actualización, 02-06-2017